Yo tenía un dios. Un dios que siempre estaba de acuerdo conmigo. Era un dios “bueno” ya que siempre me perdonaba, si es que alguna vez me equivocaba, ya que me equivocaba poco, porque ese dios era un dios “bueno”, comprensivo o permisivo, y casi siempre estábamos de acuerdo. Ese dios me permitía desórdenes con el alcohol y con el tabaco, y que me rodeara de malas compañías. Y todo estaba “bien”. Tenía un buen trabajo, tenía una buena familia. Y pensaba que todo era por mi mérito. Parecía que lo tenía todo, y se veía un futuro prometedor.
Pero había otro Dios, el Dios Verdadero. Y ese Dios me buscaba, quería una relación conmigo. Puso a mi alrededor a personas que lo conocían y lo reflejaban. En esas personas podía verle, podía ver Su Poder, podía ver Su Amor, y también podía ver la fe en acción en su vida diaria.
Hubo un momento que en todos lados lo encontraba. En el trabajo, en las amistades. Pero fue a través de un ministerio de profesionistas cristianos que empecé a conocer a ese Dios, y conocer su mensaje. un mensaje de salvación, que pensé que no necesitaba.
Pero poco a poco, iba conociendo a ese Dios, Santo, Verdadero, Amoroso, Justo. Y me atrajo, empecé a conocerlo, a estudiar Su Palabra, donde se revela, y donde revela al hombre.
Ese Dios me reveló que Él era el Dios Verdadero, que es un Dios Eterno, que nunca cambia, que no se amolda a los tiempos ni a las situaciones. Que es un Dios Santo, que aborrece al pecado y que ama de una forma diferente: dando a su hijo unigénito para que yo no tenga que pagar mis pecados.
Y un día decidí matar a ese dios a mi imagen y semejanza, y reconocer a ese Dios de la Palabra como el único Dios, el Verdadero Dios. Y empezó un proceso, grandes cambios en mi vida, algunos han sido rápidos y otros han sido lentos. Han habido grandes hechos sobrenaturales, y han habido cambios suaves pero constantes y continuos, y también han habido adversidades, pero con este Dios he podido enfrentarlas, en mi vida hay paz, conocimiento, amor, y un proceso de santificación.
¿Y a ti, te gustaría conocer a ese Dios Verdadero?