Mi Dios, a mi imagen y semejanza
·
Tiempo lectura: 2 minutos Yo tenía un dios. Un dios que siempre estaba de acuerdo conmigo. Era un dios “bueno” ya que siempre me perdonaba, si es que alguna vez me equivocaba, ya que me equivocaba poco, porque ese dios era un dios “bueno”, comprensivo o permisivo, y casi siempre estábamos de acuerdo. Ese dios…