El ateo no existe.
Todos tienen un dios, incluso si no lo saben, o no lo reconocen.
El ser humano ha sido creado para tener una relación con algo Supremo. Es una necesidad, como el comer. Pero así como la calidad de tu alimentación incide en tu vida, la calidad de tu dios, también lo hace.
Tomemos la definición de dios como alguien o algo más grande y soberano que tu mismo.
Quizá crees en el karma, el universo, el zodiaco, o en Messi. Y está bien.
Lo que hace la diferencia es la calidad del dios en que crees. Y esta calidad se refleja en un nivel personal y social.
La cultura, la tecnología, el progreso son derivados del tipo de tu dios, y del tipo de dios de la comunidad / nación.
A nivel personal, la clase o tipo de dios que tienes tiene un impacto en tu calidad de vida, en tu paz mental, incluso en tus logros económicos.
Por ejemplo, tomemos a Israel. Ellos tienen un Dios diferente a otros pueblos. Y han tenido una historia diferente. Han sobrevivido s lo largo de muchas eras, de muchos imperios, a lo largo de miles de años.
Puedes ver más de esto en el libro The Startup Nation. Los autores buscan una explicación para éste éxito. Hay muchos datos, muchas estadística, para mostrar las diferencias con otras naciones. Para muestra un botón: Con 70+ años desde su fundación, con 7 millones de población, tiene más empresas en el NASDAQ que todo Europa, sin contar que muchas empresas europeas en el NASDAQ fueron creadas por judíos.